Su inexistencia

A veces me siento como en una película de dibujos animados... miro a mi alrededor y tengo ganas de estirar mis manos, tomar el cielo, arrugarlo con todas mis fuerzas y lanzarlo hasta donde la fuerza me alcance, patear montañas, tirar arboles, apartarlo todo de mi vista, tomar el sol y lanzarlo contra el suelo, que arda todo, que se esfume, que se acabe... veo en mi cabeza escenas que solo alimentan mi rabia y mis ganas de llorar... en medio de todo esta mi mamá, me acojo a su imagen y la pongo cerca de mi corazón, donde nada puede tocarla, donde nada puede arrancarla de mi. Quiero tenerla conmigo y se que ella me (nos) necesita también, me inunda la incomprensión... por qué pasó esto?
Poco a poco voy volviendo a la realidad y con ello una inmensa frustración... no puedo retenerla conmigo... no puedo porque ya me la quitaron, porque ya no está. Entonces es como si una enorme  y pesada tela negra me cubriera el cuerpo... me aplasta, me disminuye, me hunde...  es la frustración de enfrentarme a su perdida.  No hay nada más cruel que la idea de su inexistencia... donde está? volveré a verla? ella esta conmigo de algún modo? No tengo ninguna respuesta que me alivie... se que simplemente ya no está y eso me tortura.